TENEDOR DE MANGO ROJO

TENEDOR DE MANGO ROJO

fruto de un descuido
o de un desacuerdo
en alguna que otra ladera
en alguna que otra casa
una carrera
SOBRE LA ribera
una sonrisa
un correr que puede ser un irse
o un acercarse
en un virulento abrazo
o un discreto empujón
un estar y no aparecer
un irse y ser
todo ello me ha llevado a un complemento procedimental
a un proceso “in severo”
ahora que tengo un tenedor de mango rojo para ser más específico
ahora que puedo interceptar cualquier objeto de procedencia ajena en cualquier plato, taper o lo que sea.
Ahora que no es borla
Ahora que no es biselado
Ahora que no tengo ya cucharas de plástico
Ahora ya nadie se ríe
Ahora saben que soy capaz así como de hincarles el plato
Pincharles una llanta
Amenazarlos
Y hasta herir sus cuerpos
Y sacarles un ojo
Ahora que soy dueño de este tenedor también pienso
Que podrían prohibir su ingreso a algunos locales como medida de seguridad
En lo hacendoso y sospechoso de su nuevo dueño que soy
O que se me hace la idea de tener que ocultarlo
O se me hace la idea que alguien en su belleza quiera hurtarlo
O se me hace que alguien pueda usarlo contra mi
Lo más nefasto es que no cabe ni quepa en la cartuchera
Donde siempre cosas pequeñas y discretas se guardaron
Es como si de plano lo rechazaran
Ahora convoco
Que nada de ello sucederá.
Este anhelo
Este deseo
Que genera causa
Acción y reacción
De una falsa necesidad
De una falaz cadencia
Que si se piensa termina frustrando
Cayendo en comparación
Terminando en un vacío
Tan sublime como el chocolate.
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