lunes, junio 25, 2007

RODMAN

cuando era muy pequeño
casi más antes de un niño
de donde tengo memoria
aproximadamente los 3 años
mi madre daba cuerda a una hermosa cajita musical antes de irse a trabajar muy temprano antes de las 7:00am.
De esta cajita salía una hermosa melodía, una que emanaba un no sé qué
con acento de tristeza
con tono de pérdida
con delicada melancolía
con certera añoranza y morriña
no se de qué
quizá sólo proyección mía
de saber que papá y mamá se iban muy temprano y bajo ese sino 38 años de sus vidas dedicarían a una fábrica, ( hasta que otros dueños tomaron la fábrica y le dieron de baja a otro montón de gente, exactamente en 1998) de aquellos años de trabajo salieron la casa que luego creció , el parco auto que llegó bien tarde y bien caro, nuestras educaciones diversas cultileidas
y extrañas sendas gregarias.
ahora más de 30 años después de aquel recuerdo de la cajita musical que escuchaba en los albores de mi primera infancia, casi más antes de un niño,
un amigo me pregunta
por “El violinista en el tejado” (por si lo tengo en mi colección), de la cual me comenta él escuchaba en su infancia
que su padre tenía un long play de esos de vinilo
( recuerdo los de mi padre, ese olor hermoso también a madera del tocadiscos)
y me pongo a pensar en la forma que se le grabó a él también esta melodía en su primera infancia
de cuantas infancias con sus melodías grabadas quedaron.
De cuántas cajitas de memoria y recuerdo se abren a cada instante
Quisiera estar presente
Cuando esta persona ponga este disco otra vez
Y se proyecte a la inversa en su pasado
Y se vea
Y se sumerja en ese momento
En los instantes
Olores y sonidos de aquel entonces
Quizá con los ojos cerrados
O la mirada clavada en un aparente algo para evitar desconcentrarse
Y en ese pensamiento quedarse
Hasta que por arte de alguna magia nefasta
Alguien lo regrese a su penta tónico presente
Quizá 2 cosas:
Uno hermoso recargado de aquello del antes
O quizá otro con un deseo irredento de ser ahí como se es ahora.
Posdata importante: Este texto que versa con lo real, ya que Rodman la persona que da título a este texto sí existe y que me comentó de que como era posible que no lo nombre a él en mi blog, es compañero de la labores en Recaudación en una oficina muy amena de una entidad etc. Él es quien preguntó por el violinista en el tejado.
Saludos cordiales.
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