Nueva card Rose blue little

Nueva card Rose blue little
Era perturbador no poder parar esa máquina, me metí en mi lógica, no estoy ni dentro ni fuera, esa concepción es extraña. Desperté con un pingüino, una lógica que hace zumbar mi cabeza hasta adormecerla luego la revienta, me levanto sollozante a mirarme y me asusto, me veo y siento enajenado, haciéndome a un lado, campo de energía alterado.
Y luego la ira y luego esa calma con la que me presento.
Llego con mi manzana desnuda en la mano.
(A veces siento y veo que me miran)
y hoy los ojos directo, muy confiado, ya pedí la punta de la madeja si soy yo o soy un personaje, me veo y parezco un personaje neurótico llamando a rastras la atención.
Me acosté a las 3 a.m., me levanto con el pingüino a las 6 y 30 a.m., no sé cómo explicarte esto es una lógica irracional pero ojo no violeta.
No te detallo pero a veces vivo en una azotea y como en la Rayuela de Cortázar cruzando a otra casa hay una señora “rara” que hace Taichi al amanecer entre 4 y 5 a.m. y deja camotes varios días a la intemperie en el ciclo lunar fase luna llena.
Por ejemplo Radio Head en su parte menos pop (su tercer disco) Ok Computer tiene ritmos y tonos que van acorde con mi forma de creer, percibir por un paralelo.
El perro grande y atroz pasa por la puerta de vidrio, vuelvo a recordarlo.
Casuchas vetustas y desvencijadas por un constante uso alquiler; éste es el jirón Mariscal Millar, clavado y cuasiperfecto para un texto de Henry Millar.
Hay dos personas, rápidas sus vidas, gordas por el haber.
22/11/99