jueves, abril 20, 2006

Celebración.


un pájaro de nombre Charlie
A todos aquellos que, como yo;aman el jazz y las estrellas.
Si alguna vez confundesTu corazón con tu sexo y tu sexoCon un saxofón que lloraEn una calle oscuraO si derramas amor a manos llenasSin que nadie te recibaY asustado como un niño te despiertasY ya no hay cariciaNi desayuno tibioNi vestido viejo ni vestido nuevoY ni una sola gota de materiaQue te recuerde el universo enteroSino tan sóloUn saxofón que no te da treguaUn saxofón que no te da treguaEs porque Charlie respira¿Recuerdas cuando tocabaRound about midnight o PerdidoY toda Nueva York se arrodillabaComo si hubiera visto a DiosEn traje oscuro y saxofón de fuego?Y si descubres el rocíoEn el Central Park o Washington SquareDespués de haber tornado tantoPorque ya no tienes lágrimas ni salivaPara besar a nadieCuando quisieras besar a todosSi olvidas todo huyes de todo pierdes todoPero conservas en quién sabe qué bolsilloLa perla atroz de la belleza y la locuraSi lo que llamas vida es solamenteEl vino añejo de un instanteEl minuto que desaparece cada díaPor el water-closet y regresa transformadoEn un pájaro amarilloSi el café negro y el whisky puroSe parecen tanto al cabello rubioDe una muchacha que solloza amargamenteEntre tus brazos. Si tu alma frágilY tu cuello de basalto tu cigarrilloIgual a un lucero siempre encendidoTu pantalón y tu camisaSiempre en la silla si todo esoY muchas otras cosas todavíaTe recuerdan la tristeza y el fulgorDe Harlem bajo la lluviaEs solamente porque existeUn saxofón que no te da treguaEs porque Charlie respiraPorque en sus labios se enciende y se apagaUna galaxia que nos aniquilaComo un pensamiento o una cifra aciaga¿Acaso la música no es la medidaLa suma total de cuanto existeY nuestra propia vida sólo el sonidoDe una orquesta que se afina noche y día?¿Recuerdas las manos de Bud en el pianoVolando como pájaros vivosSobre cascadas de luz y cristales hirvientes?¿Y la trompeta de Dizzy en la nocheQue todo lo volvía incandescenteY hasta el Empire State se derretíaComo si fuera de oro puro?¿Y cuando Max tocaba la batería?¿Recuerdas sus manos armadasDe millares y millares de centellasQue él lanzaba a tus oídosA tu corazón y a tu ombligo?(Todo era ritmo entoncesTambor el cielo enteroTambor la luna llenaY todo lo que nos rodeabaTambores solamentePorque de ritmo somosY hasta de ritmoAunque de falta de ritmoMorimos. Con nosotrosNace el ritmoQue no es tiempo ni sentidoNi tampoco alborozoSino más bien latidoTambor de piel humanaQue se quemaHuesos que no son huesosSino vacíoInfinitas flautasDe oxígeno divinoQue tampoco es nadaSino ritmoLuz que rebotaDe nota en notaEn nuestro oídoDisfrazada de sonido)Y si alguna vezLejos del* caos de nuestro origenDel insondable gorila que se asomaTristemente en tu miradaLejos del tiempo y la rutinaDe nuestro amor lleno de traposDe miserables botones faldas y pantalonesQue se arrugan fácilmenteSi de tanto comer tras de la lunaBajo cipreses que igualmente correnSin darte nunca la manoNo te queda sino el ritmo de las cosasEl resplandor de los objetosUn tambor en la cabezaUna botella entre los brazosSi después de tanto goce y tanto llantoTanto inmóvil viaje hacia la nadaEl rayo violeta de SaturnoBaña tu cuerpo y tus sábanas suciasY ya cercano al fin arrojasLa inútil perla al tacho de basuraO como un perro escondesTu viejo saxofón debajo de la camaSi tus costillas tu cráneo tu sonrisaTu pasta de dientes con sabor a tierraTe recuerdan que la vidaEs sólo harina pan para el gusanoSi la sublime rosa sueltaSus últimos protones en lugar de su perfumeO el cubo de la luz se apaga para siempreSi te parece que no sabes nadaPorque no puedes decir nadaNi sobre el amor ni sobre el ritmoSi en vez de la fórmula sagradaDe la imposible nota jamás escuchadaEncuentras sólo silencio oscuridad entropíaLas calles lluviosas de HarlemMás lluviosas y frías aúnSi tu cuarto de hotel en penumbraSe ilumina como un templo cuando mirasUna vieja fotografía de tu madre jovenExtrañamente azul y sin calzadoY suena y suena en tu pecho cansadoUn saxofón que no te da treguaUn saxofón que no te da treguaSi todo eso no es bastante todavíaNo te olvides que Charlie es un pájaro heridoY que su grito es tu propio gritoCuando abrazas lleno de rabiaUna extraviada muchacha de cabellos rubiosY te duelen más que nunca las estrellasEn tu pobre corazón de niñoY en tu glande estremecido
( JORGE EDUARDO EIELSON)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

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7:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

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10:29 p. m.  

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